Hoy en día realizar una instalación sea de la distribución Linux que sea es algo extremadamente sencillo, incluso para alguien nuevo en la materia. La razón de ser de este post es explicar las circunstancias concretas a las que nos hemos enfrentado, para poder realizar la instalación. En primer lugar, vamos a enumerar los medios de los que disponemos en el momento de adquirir el servidor, y como conseguimos aquellos que nos falta.
La compra:
Como es lógico, lo primero que tenemos que hacer es adquirir el servidor, o microservidor en este caso. En concreto un HP-Proliant-Microserver con 1GB de RAM , un procesador AMD Athlon64 de 1.3GHz y un HD de 250GB. Verdaderamente un máquina un poco «limitada» para los tiempos que corren, pero tal vez por ello a un precio realmente bajo, 150€. Recordemos que de primeras solo queremos cacharrear y aprender, por eso no tenemos que hacer una gran inversión en principio. 
Las dificultades:
Hasta el momento solo tenemos la CPU. Nada mas, ni ratón, ni teclado, ni siquiera un triste monitor que conectarle. Entonces tenemos un problema, bueno varios, además de que este modelo, por su bajo coste no dispone de una unidad de DVD en la que poder meter un CD para realizar una instalación de un sistema operativo.
Las soluciones:
Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes. En primer lugar, hemos tenido que solucionar el problema de los periféricos. Lo primero, un monitor. Como primera medida, y dado que la ubicación final del servidor será el salón, se nos ocurre que la televisión puede hacer las veces de Monitor. Efectivamente puede, pero las distancias y la disposición del salón son un handicap. Por tanto desechamos la tele como monitor provisional para la instalación. Buscando en el trastero de mis padres, en el lugar mas recóndito y oscuro, aparece un viejo monitor TFT de 17″ de la marca LG, que nos viene que ni pintado para la tarea de instalar un sistema operativo.
Ahora solo nos falta un teclado. La primera tentación es pedir un teclado viejo a amigos, hermanos o conocidos, total, por no gastar ¿Cuánto? ¿10 Euros? Si, el ir a lo baratos nos obliga a veces a ir a lo cutre. Pero tras sorprenderme el hecho de que en la era de lo táctil, es prácticamente imposible encontrar un teclado regalado, aunque le falten teclas, tomo la opción de buscar una solución, barata en lugar de gratis. La opción se llama Logitech K400. Los motivos son varios y poderosos:
- Es inhalámbrico, ideal para la ubicación final del servidor, o sea el salón.
- Tiene un touchpad incorporado, con lo cual nos ahorramos el ratón.
- Es barato. Para las prestaciones que tiene es verdaderamente económico, por algo menos de 40 euros.
Ya solo nos falta solventar lo del lector de DVD’s, pero tras mucho trastear, optamos por realizar la instalación desde un pen drive. De este modo además de ahorrarnos la unidad de DVD, somos ecológicos y respetuosos con el planeta al no quemar un DVD para una sola instalación.
La instalación:
Ya tenemos todos los elementos necesarios, ahora toca sudar para instalar la versión 12.04 de la distribución Linux-Ubuntu.
- En primer lugar debemos descargar la imagen .iso correspondiente a nuestra máquina, desde esta página.
- Una vez la tengamos descargada, necesitamos introducirla en un pen drive USB. Según el sitio: Paraiso Linux, podemos utilizar el software UNetbootin.
- Tras estos dos sencillos pasos, tan solo tenemos que realizar la suma de ambos y ejecutar el programa UNetbootin, el cual nos guía paso a paso para introducir la imagen iso en el Pen drive, que previamente hemos pinchado.
- Con la distro cargada en el pen, vamos al servidor, y le pinchamos el pen drive.
- El programa UNetbootin ha configurado nuestro pincho como de arranque, por lo que se ejecuta UNetbootin y nos muestra un menú con varias opciones, entre ellas, la de «Install Ubuntu». Adivinad qué debemos hacer. Efectivamente movernos con las flechas del cursor, y seleccionar dicha opción.
- A partir de aquí, ya podremos usar el touchpad del teclado. El entorno gráfico de la instalación nos va preguntando diversos temas, el idioma, el espacio de particionad, el espacio de intercambio o espacio swap o de paginación. La zona geográfica a la que pertenecemos, y al final mientras realiza la instalación, nos muestra las ventajas de nuestro nuevo sistema operativo Linux.
Si no hay problemas y todo sale bien, la instalación es automática y no debe haberlos, tendremos nuestros servidor con su sistema operativo instalado, para poder utilizarlo para cualquier cosa que se nos ocurra. En mi caso concreto, es para dos objetivos bien distintos:
- Tener un ordenador conectado a la tele, para acceder a Internet desde la misma, y poder ver las películas directamente en ella.
- Tener un entorno de pre-producción para mi tarea de desarrollador web, además de un lugar de almacenamiento de mis backups.
En próximas entradas mostraremos como configurar una máquina virtual dentro de este servidor, para preparar nuestro entorno de pruebas, testing o pre-producción.
¿Vosotros como lo habéis hecho? ¿Os habéis liado tanto? ¿Mas incluso?, compartid vuestra experiencia. Todos aprenderemos mucho más.
Compañero, gracias por compartir; lo probaremos en el cole!
saludos desde Carepa!