En ocasiones esta industria me maravilla. Lo hace muy especialmente cuando una compañía decide tomar la tangente, escapar del camino habitual y hacer lo que le sale del pie; y le funciona. Steam funciona. Es la mejor plataforma online que he visto jamás, tanto para jugar como para adquirir los juegos en sí. Es la pionera, la más grande y la que alberga un mayor numero de jugadores. Cualquier otro gran servicio que resuene en nuestro cerebro será inmediatamente inferior en calidad, cantidad y capacidad; he dicho.
Steam es una salvajada con muy poco que decir en su contra. Pero, por encima de todo, es una caja de sorpresas inagotable, creada por la mismísima Valve (Half Life, Portal, etc.), que apunta muy alto de cara a la nueva generación de consolas. Esta semana pasada han aprovechado para hacer tres anuncios que dejan claras sus intenciones. Quieren su trozo del pastel; y no uno pequeño, visto lo visto. Quieren instalarse en los hogares de todos los jugadores. Demostrar que el PC, tal y como se conoce habitualmente, es solo la forma más purista de tener un sistema complejo y completo dedicado al ocio; que puede retorcerse y ser deconstruído y vuelto a construir, como puedan hacer los chef de primera división con sus platos. Quieren que aquellos que escapan de los compatibles por la dificultad adicional que entraña su construcción, configuración y mantenimiento lo vean fácil, porque puede ser fácil. Ya había señales claras de que iba a haber consolas Steam; pequeños PC’s cerrados y fáciles de usar, para utilizar en la televisión del salón y sin más participación del jugador que la de comprar y jugar.
Pero ahora se ha desvelado lo verdaderamente amplio de su programa. El alcance que tienen en mente y la popularización que quieren conseguir con la revelación de sus tres nuevas joyas:
– SteamOS; su propio sistema operativo. Sencillo, potente y gratuito. Un sistema basado en Linux pensado para trasladar la experiencia del PC al salón, tanto si lo hacemos de manera literal (streaming) o con una de las máquinas que a continuación comentaremos. Después de Big Picture, se intuía la llegada de un sistema operativo propio, y así ha sido. Hablamos de la base de todo el proyecto. SteamOS es la solución para el que quiere jugar tirado en el sofá; para el que rehuye el PC y abraza la sencillez de la consola. El software que permitirá semejante transformación, combinado con las…
– Steam Machines; las «consolas» basadas en SteamOS que eliminarán la necesidad de contar con un PC que ejecute los contenidos. Esto es, como comentaba antes, un PC deconstruido y reformado como una poderosa caja de juegos. ¿Precio? Depende del fabricante, y desde Valve aseguran trabajar con varias compañías asociadas para la creación de estas máquinas. Habrá de varias potencias, al igual que ocurre con un ordenador, pero con la despreocupación de todo lo relacionado con configuraciones y demás, ya que SteamOS gestionará los recursos que puede dedicar el hardware al juego en ejecución. Aparatos dedicados exclusivamente a dar una solución inmediata a quien quiere disfrutar del gigantesco catálogo de Steam sin la necesidad de tener un PC, o no quiere o no puede tenerlo en pleno salón. Un acierto muy dependiente del trabajo de los fabricantes externos, pero un buen camino a seguir.
– Steam Controller; el gamepad oficial de la marca. Hablamos de un mando de los que te hacen poner caras. Raro, futurista y con la mirada más puesta en el teclado y el ratón que en el gamepad tradicional, nos lo presentan como una solución preconfigurada (aunque obviamente modificable) con alcance para todas las funciones especiales del servicio. Cantidad de botones, trackpads duales (una alternativa al joystick analógico), pantalla táctil… Podría contaros todo el rollo pero en la web viene tan bien explicado que lo veo una tontería. Solo quiero probarlo y ver cómo funciona, pero las primeras manos en posarse en el cacharro ya hablan de un funcionamiento preciso y excepcional, mucho más eficiente que un stick para todo. Me fío. Me parece inteligente cambiar los sticks por almohadillas táctiles de alta precisión. Solo la disposición de los botones me parece excesivamente rara. No estoy seguro de su validez para todo género de títulos, pero es muy pronto para aventurarse. De momento me parece un atrevimiento de los que me hacen pensar que el sector no está, ni mucho menos, estancado.
Nunca ha habido tanta novedad en videojuegos como hoy día. Nunca tantas sorpresas para una nueva generación, tantos dispositivos prometedores y tanta compañía intentando adelantar al resto. Sin embargo, mirando atrás el tiempo nos dice que cuando hay demasiadas opciones, los jugadores escogen las de siempre. Es difícil convencer a una gran mayoría de que compre una Steam Machine, un Steam Controller y se ponga a jugar en el salón, por muy bonito y fácil de usar que sea SteamOS. Pero, obviamente, hablamos de algo nuevo. Tan fácil de cara al usuario medio e incluso casual que, debidamente publicitado y respaldado, puede hacer que hasta el más ajeno se interese por este poderoso trío. Si se hace bien, el aumento de usuarios puede ser espectacular, y hablamos de un servicio ya de por sí gigantesco. La gran pregunta es: ¿será Steam capaz de convertirse en la tercera en discordia, por encima de la preocupante Wii U?